Linux utiliza una herramienta llamada consola de comandos o Terminal desde la cual se pueden ejecutar una serie de sentencias para acceder a ciertos lugares del sistema, realizar ciertas tareas o simplemente visualizar reportes importantes.
El análogo en Windows, a la consola de comandos de Linux, sería la ventana de DOS (en Windows se acceder Inicio> Ejecutar> cmd> Enter) con la salvedad de que en Linux tiene un mayor potencial.
¿Por qué la terminal de Linux es mejor que el de Windows?
Porque abre una posibilidad a una mayor cantidad de cambios que en Windows serían imposibles o solo realizables con herramientas bastante avanzadas.
Por ejemplo: Existen algunos procesos en Windows que por más que intentemos ‘terminarlos’ simplemente no se dejan por ser del sistema (o virus que emulan esa acción) pero que en Linux desde la consola con un sencillo kill -9 nos dirá adiós.
Para acceder al terminal de Linux la mayoría de sistemas tienen un acceso rápido, en OpenSuse es bastante similar a Windows con un filtro para mostrar programas (digitamos terminal, en RedHat también se inicia desde su ‘barra de tareas’, en Ubuntu desde la parte superior en Aplicaciones> Accesorios> Terminal.
El terminal es tan poderoso que si tenemos permisos de root (root es un superusuario en Linux) podemos dejar que arranque el sistema moviendo el init. Así que hay que tener cuidado con los permisos.
Algunos comanditos que les pueden servir para su inicio en Linux.
Mostrar ruta de la posición actual (pwd)
pwd
Listar archivos de la ruta actual
(ls, ls -l, ls -lR, ls -la)
ls
Entrar a un determinado directorio dentro de nuestra carpeta:
cd <nombre-directorio>