Haciendo investigaciones dí con un personaje que de igual forma se dedica a los blogs, el cuál me gustó su pequeño ensayo el cuál tiene una razón estuvenda y se los comparto:
Hoy en día practicamente todos tenemos una vida virtual en internet compuesta por nuestros blogs, websites, cuentas en Facebook, Twitter u otras redes sociales.
Se ha puesto a pensar ¿qué pasará con todas esas cuentas el día que usted se muera?
Los blogs y websites pueden ser un pequeño negocio que nos hace ganar dinero pero además y sobre todo son algo muy personal que no quisieramos que se muera con nosotros.
A mí personalmente me gustaría por ejemplo que este blog siguiera existiendo después que haya muerto manteniendo el espíritu central que motiva su existencia.
Si a mi muerte nadie mantuviese mi blog sentiría como que después de muerto seguiría muriendo de a pocos cuando el tráfico de visitas vaya disminuyendo paulatinamente por que nadie actualiza el blog o tal vez que muero por segunda vez el día que el blog no esté disponible por que tal vez nadie pagó los servicios de hosting y dominio.
Igual puede pasar con sus cuentas en Facebook o Twitter donde en el peor de los casos pudieramos desear que al menos alguien de el adios en nombre nuestro a nuestras vidas virtuales.
En el tema de correos electrónicos o cuentas como Paypal el tema puede ser incluso dramático dado que tal vez nuestros herederos no puedan acceder al dinero virtual que podamos tener por allí dando vueltas.
La muerte nos puede agarrar desprevenidos y por eso debemos de tomar algunas preacauciones para que nuestra vida virtual no necesariamente acabe con nosotros.
1. Escribir y guardar nuestras cuentas de nuestra vida virtual. El mejor consejo es que usted tenga por escrito los passwords de sus cuentas virtuales más importantes como las de sus cuentas de correo electrónico, cuentas Paypal o cuentas de Facebook o blogs y confíe el lugar donde guarda esa información con la persona a la cual usted dejará todo eso.
2. Encontrar un sucesor virtual. Tal vez su esposa e hijos puedan dar en su nombre el adios a sus amigos en Facebook o Twitter pero no necesariamente ellos estén dispuestos a seguir manteniendo por ejemplo un blog como Haga Negocios. Deberá por eso preguntarles si ellos están dispuestos a hacerlo y si no lo desean deberá de encontrar un sucesor virtual que sí esté dispuesto … cosa que, lamentablemente, no es fácil de encontrar.
La vida virtual de cada uno de nosotros se ha convertido en un activo importante de nuestro patrimonio y así como mal que bien sabemos qué es lo que va a pasar con nuestro carro cuando estemos muertos, debemos de saber qué va a pasar con nuestra vida virtual cuando ya no estemos aquí.